Sucumbiendo ante lo obvio

En contacto

Creo que todos los que nos consideramos nerds estamos terriblemente indignados con lo que dijo Stephen Hawking acerca de que no tenemos que hablar con extraterrestres si llegan a venir, porque son malos, malísimos, nos van a pegar y nos van a sacar el agua, los metales, el nutella, nuestros videos chistosos de youtube, van a darle patadas a nuestros perros, van a hacer pis en las fuentes, nos van a comer las mini pepitos y las mini melba de nuestro paquete de Variedad, van a sentarse primero cuando se desocupe un asiento en el colectivo, se van a reír con sorna de nuestros robots primitivos que no sienten amor, nos van a contar el final de las películas, no nos van a dejar dormir con el zumbido de sus naves, nos van a hacer contar siempre que juguemos a la escondida, van a entrar a nuestros cines y hablar durante la película, nos van a pegar chicles en el pelo, van a estacionar sobre los cordones pintados de amarillo, van a  ir con sus sondas transmisoras en el tren escuchando vibraciones alfa de alta frecuencia (conocida como «la cumbiamba del espacio») a todo volumen, van a comprar todas las entradas de los recitales grandes para no ir después y van robarnos una media de nuestros cajones.
Ah, también nos van a esclavizar, pero no es algo que moleste tanto.