Sucumbiendo ante lo obvio

Cabello

Si tenés pelo medianamente largo, sabé que sos como un 10% más sexy que lo normal cuando salís de bañarte y estás con el pelo empapado.

(en contrapartida, no me gusta la gente que sale de su casa con el pelo mojado. Si, soy complicado)

Soy el único con nombre de viejo

Parece que aproximadamente 20 años muchos padres tuvieron un ataque de creatividad a la hora de bautizar a sus niños. No puede ser que una de cada tres personas que conozca tenga un nombre que suene fabuloso a mis oídos, y que sus documentos tengan el mismo nombre escrito.

hinchados

La gente con muchos músculos (no necesariamente fisicoculturistas) me dan toda la impresión del mundo.

Pastafrola

Es injusto que algo tan delicioso tenga un nombre tan horrible.

Dinero fácil

Seis maneras de ganar plata sin trabajar.
No necesariamente aplican a todo el mundo.
(para Lau, que me obligó)

1. Alquilar mi habitación a estudiantes universitarios que vengan del exterior a estudiar… previamente esforzarme para hacerle creer a mucha gente que Viewer’s Hills es un barrio de estudiantes que vienen de lejos. Yo dormiría con ellos, ya que no tengo habitaciones de más, pero sí una cama grande – además no ocupo mucho espacio.

2. Vender las idioteces que compro compulsivamente y luego no uso… gasté mucho en varios pares de lentes de contacto que me hacen llorar y que por eso quedaron casi nuevos.

3. Ir a comer a restaurantes y hacer valer esa ley vieja – que no se si realmente existe – que dice que si no tenés plata no te pueden decir nada, siempre y cuando no hayas tomado bebidas alcoholicas.

4. Hacer tener muchos perritos a mi Poochie, y venderlos. Lástima que Poochie no es de raza y no puede tener perritos, porque no es hembra.

5. Sacudir la máquina de coquitas de mi trabajo, hasta que se me caiga encima, y me deje internado durante mucho tiempo, así me pagan sueldo sin trabajar y además cobro el seguro de riesgos de trabajo. Igual no es recomendable, la máquina de coquitas es grande, y tanto las coquitas como el enano que vive adentro deben pesar mucho.

6. Enseñarle a hablar a mi perro y transmitirle todos los chistes que se. Si un perro te cuenta un chiste, aunque sea malo te reís. (ya se que es la segunda de perro, pero no estaría nada mal que un día, y de una manera sorpresiva, nos retribuya económicamente todo el amor que le damos)